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“Posibilidades ilimitadas”: cómo pueden ayudar las tecnologías sanitarias digitales a mejorar la atención del ictus

El campo de la atención del ictus ha cambiado mucho en el último año, ya que la pandemia de COVID-19 ha impulsado un uso acelerado de las tecnologías sanitarias digitales, como las aplicaciones de software, la atención virtual y los dispositivos portátiles.1

Aquí comentaré las experiencias recientes con las nuevas tecnologías digitales y algunas lecciones prácticas aprendidas. Debe tenerse en cuenta que las tecnologías pueden contribuir no solo al tratamiento del ictus agudo, incluido el triaje por los servicios de urgencias, sino también a la prevención del ictus (tanto primaria como secundaria), el asesoramiento, la rehabilitación y el control de calidad.

Uso de aplicaciones en la fase aguda: antes del ingreso

Es esencial una evaluación prehospitalaria precisa para tomar decisiones sobre la atención, como si el paciente debe ser transportado o no a un centro capaz de realizar un tratamiento endovascular. En nuestra región de Brasil, hemos estado utilizando la aplicación de Field Assessment Stroke Triage for Emergency Destination (FAST-ED), que ayuda al usuario a identificar un ictus debido a una oclusión de gran vaso.

Esta aplicación de triaje utiliza un algoritmo basado en factores del paciente como la edad, el último momento asintomático, la debilidad motora, la desviación de la mirada y la afasia. También proporciona acceso a información sobre las capacidades de los centros de ictus locales y regionales, en términos de su capacidad para proporcionar tratamiento endovascular, combinado con datos del sistema de posicionamiento global (Global Positioning System, GPS) e información de tráfico en tiempo real. Esto permite a los usuarios establecer la idoneidad del tratamiento (p. ej., activador tisular del plasminógeno intravenoso o endovascular) e identificar a dónde debe enviarse al paciente para la atención médica más eficaz.