Los investigadores afirman que un dispositivo portátil que permita diferenciar rápidamente entre los accidentes isquémicos y hemorrágicos podría reducir los retrasos en el diagnóstico y el tratamiento de los accidentes cerebrovasculares agudos.
El Dr. Shane Shahrestani, de la Universidad del Sur de California (University of Southern California) y del Instituto de Tecnología de California (California Institute of Technology) en Los Ángeles, California, EE. UU., señaló que el tratamiento de los accidentes cerebrovasculares depende del subtipo (isquémico o hemorrágico), y que para diferenciar los dos subtipos suele ser necesario tomar imágenes con TAC o RM. Sin embargo, los retrasos en el proceso de diagnóstico, incluidos aquellos debidos a la obtención de imágenes, pueden empeorar el pronóstico del paciente.
“Los estudios anteriores demostraron que el tiempo transcurrido entre el accidente cerebrovascular y el tratamiento puede superar las 2 horas”, señaló el Dr. Shahrestani. “Y gran parte de ese tiempo lo consumen el transporte y la obtención de imágenes del paciente”.